PRESIDENTE ADOLFO SUÁREZ
Pontevedra, al 23 de marzo de 2014.
PRESIDENTE, ADOLFO SUÁREZ.
Hoy te fuiste Presidente Adolfo Suárez,
a las quince y tres minutos de este domingo de la vida.
Día, veinte tres de marzo del año de dos mil catorce.
Cesó la terminal agonía, quebró la vida intensa
y surgíó la abstracción de la muerte sobrevenida
y afloraron los doloros y sentimientos.
los recuerdos pasados, adentrándote
en el inmenso campo de la memoria activa,
teorema de un pasado perdido, concreto y objetivo,
aquello que no podemos olvidar, pasado revivido con intensidad y cierta nostalgia. Te muestro, con humildad,
mi respecto, dado que fuiste el Primer Presidente
que inauguró la democracia de este País,
después de mi nacimiento. Ahora, con indiferencia y superioridad, nos castigan ,constantemente, con una crisis inmerecida,
o una democracia trastornada que dobla la necesidad de los hijos de la carencia, y premia a los poderosos financieros,
hacedores de múltiples chanchullos,
que desmoronan los Derechos Humanos
y la Constitución Española.
La necesidad es sinónimo de carencia sentimental
y constante quita, pero nada ponen para ayudar
al que se muere de pena, tirado en la Calle del Olvido.
Te marchas con la historia hermosa de la apertura democrática
y abriste el camino de la pluralidad.
Recuerdo, hace mucho, aquel verano grovense en el que te
marchaste a veranear a O Grove a una mansión
abierta al Oceáno Atlántico, llamada la Atlántida.
Revolucionaste la supuesta tranquiliadad de aquel lugar hermoso
que habitaste con puertas a la luz oceánica e intensa, planicie marina,
oceáno abierto y luminoso. La Isla de Ons en frente,
Faro de la Luz nocturna. Land Rovers grises con hombres grises
de las Fuerzas de Orden Público aquellas tremendas F. O. P.
rodeaban el lujoso chalet, mansíon de un conocido lugareño,
hacedor de negras carreteras y constructor de esperanzas fallidas.
Presidente fuiste parte de nuestra historia vivida, entre el puente
alegre de la transición de la dictadura, a la democracia palpable.
Recuerdo tu sonrisa plena, tu cara alegre y la soledad absoluta,
la traición de la Unión del Centro Democrático o la aventura
del Centro Democrática y Social. Pero te dejaron muy sólo
y apartado perdiste a tu mujer amada,
perdiste a tu propia hija, sin saber su propia identidad,
tu enfermedad tremenda, desnudaba tu cabeza de recuerdos,
entregado a la vida por hecho de vivir sin saber tu propia identidad,
perdiste el rumbo del tiempo y te subiste al olvido propio a pesar
del goce ajeno, por desgracia, Presidente, que difícil resulta el arte
política hacer política igualitaria y favorecer al más necesitado.
No hay quien pare al desbocado caballo de Atila, la solidaridad
es una palabra existente, que no se practica por necesidad.
y constante ayuda al necesitado Presidente, cuantos
no saben lo que es carencia o necesidad absoluta,
Valiente Presidente de aquel veinte y tres de febrero de mil
novecientos ochenta y uno cuando Tejero quiso apropiarse
de los representantes de la Soberanía Popular, tiros dispara el
condenado. Santiago Carrillo, permanece sentado en su escaño
Suarez y Gutierrez Mellado se enfrentan al loco enfurecido
hijo de la ira, irreverente, torpe y hacedor de miedos intensos
cundió el pánico para hacer lugares tranquilos en las salas de miedo
impuesto. La tarde se hizo noche negra y casi perpetrua y en la noche
obscura marcharon los despedidos. Un Rey joven y seguro del triunfo
a los traidores, de la joven Democracia, impoene el orden
a traves de los televisores de hogares y bares.
Replegaron los blindados de Miláns del Bosch.
Paso el tiempo sobre el tiempo el día sobre el día y las horas despidieron al joven Presidente.
Su soledad política se hizo insoportable.
Presentó su dimisión antes los ciudadanos
de aquella España plural, recién estrenada en el campo
de las libertades y boló como las palomas blancas.
Miguel Dubois. HTTP://POETRYOFTHEWORLD.WORDPRESS.COM HTTP://MUNDODEFISTERRA.BLOGSPOT.COM.ES